Der Europäische espíritu, mais est-ce il really exist?

A week ago I received the call of a good friend who is now in the same situation as me -just landed in a new country, in both cases continents- and we shared some of our first initial impressions, once recovered from the mayhem of the initial days.

He is a quite a social person so he had managed to meet some other Europeans and make friends with some locals and some people from other countries as well working in the same company as him. As you can see, if you ever need somebody to break the ice in a meeting, he is the one.

It was sadly funny to listen to him how the people who really helped him these first days were the locals and the non-European ones.

Looking back (and not in anger like John Osborne), recalling the serious and several problems Europe is facing and the lack of a single and rational voice to lead Europa outside this chaos, I guess there is too much history behind the European nations and we, Europeans, aren’t good at all forgetting the past and looking to the future with optimism in a coordinated manner.

Just take the United States of America, upon its birth as a country it didn’t have these two handicaps, which made things much easier and smoother. If French, Spanish, British, German, Italian, Greek… people did feel deep down Eurpean and part of the same common project, it’d be very likely that, instead of looking the other way when we met another European, we would try to help our fellow countryman. I’m quite sure neither me nor my kids are going to see the consolidation of a real European spirit. A couple more of generations and many more Erasmus/Socrates programs of intraeuropean education are going to be required so that the new generations forget definitely the wars, the differences, the negative stereotypes and attitudes we, Europeans, have had amongst us for too much time.

Have a nice weekend!

The Design of Business by Roger Martin

How long the summer can be and how many issues you have to cope with when you move with your family to another country! At last I have 15 minutes to write a brief review of The Design of Business by Roger Martin.

In his book Martin aims to reconcile the innovation -exploration of new knowledge- with efficiency -the exploitation of current knowledge. From his point of view the main objective of design-thinking is to help knowledge go through the stages of mystery -an unsolved problem-, heuristic -a rule of thumb leading to a solution-, and algorithm -a repicable success formula. The design-thinking firms focus on the first stage, dealing always with new challenges and exploring new ways. The mainly analytical thinking companies are built to operate as they always have; they are built to maintain the status quo.

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Comunicación de la innovación o innovación de la comunicación

El pasado día 24 de mayo tuve el placer de participar como ponente en la tercera edición del Foro de la innovación en Logroño, un evento patrocinado por la Fundación Riojana para la Innovación.

Una vez más dar las gracias a la organización por haber contado conmigo, la excelente organización del evento y el haber generado un excepcional ambiente para compartir ideas y debatir sobre la innovación.

He aquí un breve resumen de mi intervención que titulé “Comunicación de la innovación o innovación de la comunicación”:

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The Cluetrain Manifesto

Ya sé que cualquiera que se dedique al mundo de Internet habrá leído este libro, que tiene más de diez años de antigüedad, que se ha escrito, hablado y comentado hasta la saciedad sobre él… pero qué queréis que os diga, hace unos días lo estuve releyendo y no me puedo resistir a escribir, de las 95 tesis, mis diez favoritas. Allá que van:

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Las organizaciones ante la innovación estándar y disruptiva

¿Qué empresa, joven, madura, grande, pequeña…, no ha tenido que hacer frente a una innovación disruptiva, que ha creado un mercado completamente nuevo mediante la introducción de un nuevo producto o servicio? Se podría afirmar que todas.

Las “innovaciones estándar” casi siempre son desarrolladas e introducidas por líderes sectoriales afianzados. Éstos están organizados y preparados para lanzar nuevos productos mejorados a fin de ganar cierto margen a la competencia. Sin embargo esas mismas organizaciones nunca introducen innovaciones disruptivas. Dichas innovaciones tienen lugar de manera tan aleatoria que ninguna empresa tiene un proceso estandarizado a fin de controlarlas.

Como comentan los profesores Christensen y Overdorf en su colaboración para Harvard Business Review, frente a una innovación disruptiva una organización puede reaccionar de diversa manera en función de su tipología: si es una empresa joven, sus recursos (los empleados, el equipamiento, la tecnología, el efectivo, los diseños de productos, la marca, la relación con proveedores, distribuidores y clientes…) definen lo que puede o no puede hacer; si es una empresa madura, unos procesos bien ajustados y asentados son los que darán respuesta a este nuevo reto; si es una gran organización con una larga experiencia, los valores (estándares que ayudan a los empleados a establecer prioridades) son los que articulan la respuesta ante la innovación.

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