Knowledge brokering o intermediación del conocimiento
Posted: April 26th, 2012 | Author: Domingo | Filed under: Article Summaries, Innovation | Tags: Andrew Hagardon, Harvard Business Review, innovación, intermediación del conocimiento, knowledge brokering, máquina a vapor, Robert Fulton, Robert I. Sutton | Comments Off on Knowledge brokering o intermediación del conocimientoLos profesores Hargadon y Sutton abordan la cuestión de la intermediciación del conocimiento, o knowdlege brokering, en su colaboración para la Harvard Business Review. Desde su punto de vista los mejores innovadores emplean viejas ideas como materia prima para nuevas ideas; a esto se refiere esencialmente la intermediación del conocimiento.
La historia de la innovación tecnológica está llena de ejemplos significativos de intermediación del conocimiento: antes de que Robert Fulton desarrollara el primer barco a vapor comercial, al menos durante 75 años antes se había estado utilizando la máquina de vapor en las minas para la extracción del material.
Desde el punto de vista de los autores el sistema ideal para mantener la innovación es el ciclo de intermediación del conocimiento. Dicho ciclo se compone de cuatro fases:
1.- Capturar buenas ideas de una plétora de fuentes: ante una idea prometedora se ha de jugar con ella, averiguar cómo y por qué funciona, observar qué es lo bueno y malo de ella y comenzar a fantasear acerca de nuevos usos… Los intermediarios de ideas acumulan un ingente número de ideas, siendo que algunas de ellas conducirán a la innovación y otras no.
2.- Mantener vivas las ideas: jugando con ellas, analizándolas, discutiéndolas, utilizándolas… Cuando las ideas no están enmarcadas en objetos tangibles es difícil mantenerlas vivas. Hace años cuando se diseñaban sistemas de gestión del conocimiento, se pensaba que era suficiente con informes, presentaciones en PowerPoint o listas de mejores prácticas; algo que se ha demostrado erróneo: propagar información sobre quién sabe qué es un excelente modo de mantener vivas las ideas.
3.- Imaginar nuevos usos para viejas ideas: aquí es donde surge la innovación, cuando las viejas ideas se aplican a nuevos contextos.
4.- Poner a prueba ideas prometedoras: una buena idea ha de convertirse en algo que pueda ser probado y, si tiene éxito, incorporado al resto de productos que una empresa fabrica o vende. Algunas veces las ideas son un auténtico fiasco; no obstante, incluso esta experiencia fallida enseña a los intermediarios de ideas lecciones que podrán utilizar posteriormente.
Hoy en día es difícil que una empresa genere su propia intermediación del conocimiento: cuanto más grande es una empresa, más difícil es que cualquiera sepa lo que hace el resto del personal. La especialización y separación que ayudan a las unidades de negocio a mantenerse centradas dificultan igualmente la comunicación. Por otro lado, la competencia interna empeora el problema puesto que fomenta que los grupos acumulen en lugar de compartir lo que han aprendido.
La innovación puede fomentarse en cualquier lugar si se ofrece a las personas las oportunidades y recompesas adecuadas por recopilar ideas de diversas fuentes dentro y fuera de la empresa. La imagen del genio solitario inventando ideas de la nada es algo ciertamente romántico y verdaderamente poco creíble. La innovación y la creatividad son una cuestión de tomar ideas ya desarrolladas y aplicarlas a nuevas situaciones.
A modo de conclusión comentar que estos intermediarios del conocimiento son personas tremendamente curiosas e inquietas, con una actitud constante de localizar ideas y ayudar, y una mezcla de confianza y humildad. Todo esto ayuda a crear en las empresas de intermediación del conocimiento una cultura muy colaboradora, siendo el respecto hacia los colaterales un factor igualmente esencial.